Filosofía,

Introducción a Kant

julio 02, 2013 Uchutenshi 0 Comments


     La importancia de la metafísica kantiana estriba en intentar reconciliar las perspectivas empirista y racionalista. Kant demostró que el conocimiento del mundo depende tanto de los datos en bruto que aportan los sentidos como del uso que la razón hace de los mismos.

     La base del sistema metafísico de Kant es que nuestro conocimiento del mundo está inevitablemente limitado por las categorías bajo las cuales podemos concebirlo, dichas categorías incluyen los conceptos de espacio, tiempo y causalidad y se imponen a nuestra experiencia por la naturaleza de nuestra propia subjetividad, y no por las características fundamentales del mundo en sí (como afirmaban los primeros metafísicos). Kant concede un papel  fundamental a la subjetividad en la formación de conceptos sobre el mundo, y sostiene que hay «cosas en sí» que causan nuestras experiencias, pero que no podemos conocer, puesto que únicamente podemos conocer el mundo como se nos aparece. Por lo tanto, los aspectos del mundo que dependen de la consciencia que tenemos de ellos no son reales en el sentido que son reales las cosas en sí. En esta posición metafísica podemos conocer la «relación de los dos ámbitos». Los «dos ámbitos» son el ámbito cognoscible de la experiencia, que interpretamos gracias a los conceptos innatos del espacio y tiempo, y el ámbito incognoscible de las cosas en sí.


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