Filosofía,

La barba de Sócrates

febrero 16, 2016 Uchutenshi 0 Comments



 Platón nos narra en uno de sus  cuantiosos diálogos, que Crátilo —conocido filósofo del relativismo— mencionó la afeitada barba de Sócrates; a propósito de un debate que sostenía con el irónico, sobre lenguaje.


    De modo que que se ha mencionado algo que contradice a la experiencia, la barba de Sócrates, que carece de una propiedad llamada existencia. Alexius von Meinong sostenía que no se puede mencionar algo que no existe, ya que no tiene sentido. Postura similar que mantuvo el primer Wittgenstein.


    «Sócrates se afeito la barba», es una frase que no carece de sentido, por lo que la barba de Sócrates debe ser algo. Este ejemplo es característico en el lenguaje filosófico, particularmente cuando se pretende hacer metafísica.


    Para determinar el valor de verdad de la proposición  atómica (enunciado indicativo), el criterio a seguir no es un problema de análisis lógico, sino un problema de análisis sintético. Si lo que se afirma en una proposición atómica está conforme a los hechos, la proposición es verdadera, de lo contrario es falsa.



    Para la filosofía es preciso omitir estos juegos del lenguaje —muy característicos en los continentales— que se nos presentan como temas revolucionarios e importantes y, en última instancia, no son sino artificios literarios. Por lo tanto el único uso del lenguaje debe consistir en hacer constar hechos acerca de los objetos que están en el mundo. Cualquier intento de emplear el lenguaje para otro propósito, como pretenden hacer los juicios de valor o metafísicos, implica un esfuerzo incoherente por ir más allá de los límites del sentido.




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